miércoles, 13 de marzo de 2013

Envejecimiento activo: un objetivo global



Fernández-Ballesteros et al acaban de publicar una excelente editorial sobre envejecimiento activo, que vamos a usar como excusa para profundizar un poco en este concepto.

El envejecimiento es un hecho global, un logro que conlleva una serie de retos para el futuro. Algunos problemas asociados son la multimorbilidad, los problemas funcionales y la discapacidad. A nivel poblacional el nuevo paradigma es el llamado successful aging.

En relación al envejecimiento, se cree que el 25% de las causas de envejecimiento son genéticas, un 75% están relacionadas con las condiciones ambientales. Por tanto, el individuo juega un papel importante en este aspecto.

El estudio actual del envejecimiento ha llevado a la definición de multitud de conceptos: healthy, successful, optimal, vital, active, productive, etc. Entre estos, el envejecimiento activo (active ageing) ha sido destacado y escogido para su estudio por las Naciones Unidas o la OMS entre otros organismos internacionales. La información disponible de estos organismos es por tanto considerable.

El envejecimiento activo como tal es un concepto amplio que incluye la baja probabilidad de sufrir enfermedades, la capacidad física alta, la buena función cognitiva, el buen humor, la capacidad de lidiar con el estrés y el compromiso con diversos aspectos de la vida. Sin embargo, la falta de una definición clara hace que encontremos estudios con resultados muy diversos.

Los investigadores en general distinguen entre el envejecimiento activo como resultado del individuo y los determinantes del mismo. Respecto a estos últimos, la OMS distingue seis determinantes principales:
  • Estilo de vida
  • Condiciones biológicas y psicológicas
  • Servicios sociales y de salud
  • Ambiente físico
  • Factores sociales
  • Factores económicos

Diversos estudios y actividades de promoción son descritas en profundidad en el mencionado artículo.



REFERENCIAS:

Fernández-Ballesteros R, Robine JM, Walker A, Kalache A. Active aging: a global goal. Curr Gerontol Geriatr Res. 2013;2013:298012. doi: 10.1155/2013/298012.

lunes, 4 de marzo de 2013

Necesidad de incluir la multimorbilidad en las guías de práctica clínica


Actualmente la mayor parte de las guías de práctica clínica se centran en patologías independientes, sin tener en cuenta el papel de la multimorbilidad que pueda sufrir el paciente. Esto es de vital importancia ya que la mayoría de las personas con patologías crónicas sufren multimorbilidad.

Este hecho se produce ya que la evidencia disponible generalmente hace referencia a patologías independientes y por ello no refleja toda la práctica clínica. Además, las decisiones clínicas suelen ser más complejas en pacientes con multimorbilidad porque un correcto balance riesgo-beneficio es necesario a la hora de escoger tratamientos múltiples. A esto se le suma las preferencias del paciente, el impacto económico, contradicciones según la condición analizada, etc.

Una consecuencia de esto es la polifarmacia, que puede ser necesaria pero también conlleva un mayor riesgo en la prescripción (sobre todo en pacientes frágiles o con problemas cognitivos). A este nivel las guías no explican cuando sería conveniente discontinuar algunos tratamientos farmacológicos.

Guthrie et al recogen esta preocupación y han publicado un reciente análisis sobre la necesidad de guías en la decisión de la farmacoterapia mediante diferentes aproximaciones:

  • Cruzar guías de referencia mediante procesos electrónicos
  • Proveer a las guías de los tratamientos con más beneficios o daños potenciales
  • Mejor uso de la evidencia disponible



El National Institue for Health and Clinical Excellence (NICE) ha recogido esta aportación y reconoce la necesidad de incluir la multimorbilidad en sus guías. Entre otras actividades futuras indican la necesidad de guías de manejo de comorbilidad en atención primaria. Por otra parte al producir una nueva guía de práctica clínica recomiendan encontrar las tres comorbilidades asociadas más frecuentes para poder ser abordadas en esa guía.

REFERENCIAS:


- Guthrie B, Payne K, Alderson P, McMurdo ME, Mercer SW. Adapting clinical guidelines to take account of multimorbidity. MJ. 2012 Oct 4;345:e6341. doi: 10.1136/bmj.e6341.

- NICE should consider multimorbidity in guidelines. National Institute for Health and Clinical Excellence. Oct 2012. Available at: http://www.nice.org.uk/newsroom/news/NICEShouldConsiderMultimorbidityInGuidelines.jsp